Al menos un millón de personas salieron el domingo a las calles de Sao Paulo, y miles en otras ciudades, para protestar en contra de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.

La mayoría portando carteles con el lema “Fuera Dilma”, los manifestantes se pronunciaron contra los escándalos de corrupción que involucran a la empresa Petrobras, así como por lo que consideran el incumplimiento de las promesas de Rousseff durante la última campaña electoral.

En concreto, cuestionaban las magras cifras de crecimiento económico de Brasil, la subida de impuestos, los recortes del presupuesto, del precio de la gasolina y de la luz, así como de lo que consideran la decisión de la presidenta de ignorar todos estos reclamos.

Especialmente, los manifestaron dijeron sentirse burlados por la presidente ha incumplido la promesa electoral de no ejecutar medidas de recorte social, como recorte de gastos y de beneficios fiscales y laborales.

Asimismo, protestaron contra el desvío de fondos perpetrado en la estatal Petrobras durante los gobiernos del Partido de los Trabajadores, al que pertenece el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva y Rousseff.

Se calcula en US$ 3 700 millones el monto total del dinero saqueado de la mayor empresa pública de ese país.

De acuerdo la Policía brasileña, un millón de personas abarrotaron la principal avenida de Sao Paulo, la mayoría vestidos con la camiseta verde y amarilla de la selección de fútbol de ese país.

Según agencias internacionales, la protesta también se hizo extensiva a otras ciudades del país.

En Belo Horizonte, la tercera ciudad más importante del país, la marcha congregó a 24 000 personas, mientras que en Copacabana más de 15 000 almas participaron en la protesta.

/MRM/