Miles de personas se reunieron en enventos públicaso de pueblos y ciudades de Dinamarca para conmemorar a las víctimas de los ataques del fin de semana en Copenhague.

El evento principal, en la capital, fue planeado inicialmente en el café donde ocurrió el primer ataque, pero tuvo que ser trasladado a una plaza cercana a causa de la alta concurrencia.

Se calcula que al menos 30.000 personas salieron a las calles de la capital, algunos de ellos sosteniendo antorchas.

La primera ministra Helle Thorning-Schmidt, le dijo a la multitud que el ataque contra los judios de Dinamarca es un ataque contra todos.

Los principales líderes políticos del país participaron en la manifestación, incluyendo al el príncipe heredero danés y a varios ministros de gobiernos de otros países nórdicos.

Las banderas fueron izadas a media asta en todos los edificios oficiales.

Dos personas murieron en los dos ataques, contra un evento sobre libertad de expresión y la sinagoga principal de la ciudad.

Omar Al-Hussien, principal sospechoso, fue muerto a tiros por la policía la madrugada del domingo, de quien se cree que radicalizó su ideología en la cárcel.

Otras dos personas fueron puestas además en prisión preventiva, acusadas de ayuda a al Husein tras los ataques.

La Casa Blanca informó que el presidente Barack Obama expresó su solidaridad con lo ocurrido a través de una llamada a la primera ministra Thorning-Schmidt

Los dos líderes acordaron trabajar juntos para hacer frente a los ataques contra "la libertad de expresión" y la violencia antisemita.

/CCH/ Fuente BBC