Sangriento atentado deja 80 muertos en Afganistán
Afganistán vivía el domingo una jornada de duelo y enterraba a los muertos del atentado reivindicado por el grupo Estado Islámico (EI), que la víspera mató a 80 personas en una marcha de la minoría chiita hazara en Kabul.
Numerosas personas pasaron la noche en vela, en medio de charcos de sangre, en la plaza DehMazang, rebautizada "plaza de los Mártires" por el presidente Ashraf Ghani en homenaje a las víctimas del doble atentado suicida, que dejó también más de 230 heridos.
Familiares de sobrevivientes se agolpaban frente al hospital Istiqlal, el más cercano al lugar de la matanza, en espera de noticias sobre sus allegados.
En la mezquita Mazari, en la misma zona, las autoridades extendieron una inmensa bandera afgana llevada por los manifestantes, sobre la que colocaron pertenencias de los fallecidos: zapatos, ropa, chales ensangrentados, frente a los cuales las personas estallaban en llanto y expresaban su desesperación.
Los manifestantes reclamaban que una línea de alta tensión en construcción abasteciese de electricidad a la provincia de Bamiyán (centro), la más atrasada económicamente del país, donde vive gran parte de la comunidad hazara.
Se trata de la peor masacre cometida en Kabul desde la intervención estadounidense del 2001, que expulsó del poder a los talibanes, y del atentado de mayor envergadura llevado a cabo por el EI en esta ciudad de 5 millones de habitantes.
/M.O.Z./