Wara Wara, nuestra estrella en el cielo
Reconocida por su larga trayectoria al ser una difusora del arte peruano en escenarios de Europa, Asia, Norteamérica y parte de África, Judith Acuña Pichilingue, conocida artísticamente como “Wara Wara” nos dejó el pasado ocho de setiembre, pero su legado cultural quedará vivo en las nuevas generaciones.
Graduada en el Conservatorio Nacional de Música, “Estrellita” fue una representante de orgullo nacional que llevó sus interpretaciones al mundo en quechua y castellano.
En Qué fue de tu vida, el catedrático, compositor y periodista, Sixto Sarmiento resaltó la sensibilidad de Wara Wara para sus interpretaciones, trayendo en su memoria sus impresiones por ser pequeña corporalmente, pero con una voz potente que destacaba en los escenarios.
“Era un privilegio escucharla cantar el himno todos los lunes en el colegio San Juan, donde ella fue promotora cultural, y ver que de ese cuerpecito tan pequeño salía una gran voz, era impresionante, cantaba valses, huaynos”, así la recordaba con nostalgia Sarmiento.
Su sensibilidad social, el acercamiento con los jóvenes y niños fue una de las tantas cualidades que resaltan sus compañeros, haciéndose muy querida por muchos.
Para el músico, Ricardo Scaglia Avilés, la sensible pérdida de la gran Wara Wara es una pérdida muy triste para la música peruana por ser uno de los últimos eslabones que quedaban para el Perú
“Judith fue una de las artistas que dio la vuelta al mundo alrededor de 14 veces, lugares como Egipto, Jerusalén tuvieron su presencia”, resaltó Scaglia en diálogo con Socorro Sampén.
Destacada por la tesitura de su voz al conseguir variados tonos agudos y graves, Wara Wara será para muchos la voz de oro de los Incas, una estrella que físicamente nos ha dejado, pero que seguirá brillando en el recuerdo de los peruanos.
D.B.D.