El primer ministro japonés, Yoshihide Suga, decidió volver a declarar el estado de emergencia en el área de Tokio, una alerta que estará en vigencia desde el 12 de julio hasta el 22 de agosto, periodo que coincide con la celebración de los Juegos Olímpicos.

Con el objetivo de frenar el aumento de casos de covid-19 en la capital, se mantendrá el endurecimiento de restricciones para los comercios.

El país asiático decidió, asimismo, prolongar dicho nivel de alerta en la región de Okinawa (sudoeste), donde ya se encontraba activa, y mantener ciertas restricciones en las prefecturas de Chiba, Saitama y Kanagawa, colindantes con Tokio y donde también se disputarán competiciones de los Juegos.

En la prefectura de Osaka (oeste) también se mantendrán las medidas, mientras que en otras cinco provincias (Hokkaido, Kioto, Aichi, Hyogo y Fukuoka) se verán levantadas a partir del lunes.

La nueva declaración de emergencia sanitaria, la cuarta para Tokio, podría afectar a la asistencia de público en las sedes deportivas olímpicas de la capital y sus alrededores.

Los organizadores del evento, cuya inauguración está prevista para el 23 de julio, nunca han descartado la celebración de competiciones a puerta cerrada en función de la situación epidémica, sin embargo, recientemente anunciaron que tenían previsto permitir la entrada de hasta 10 000 espectadores o la mitad del aforo de las instalaciones.

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