Un joven ingeniero geólogo loretano, podrá continuar con su vida profesional y lo más importante ver crecer a su pequeño hijo gracias al trasplante de corazón que se realizó en el Instituto Nacional Cardiovascular (Incor) de EsSalud, el cual es  el segunda operación de este tipo que se realiza en lo que va del año

En el 2020, en medio de la pandemia, Carlos Sinarahua Hidalgo, de 34 años, fue diagnosticado con una cardiomiopatía dilatada e insuficiencia cardiaca.

La primera es una enfermedad que genera el incremento anormal del músculo cardiaco, mientras que la segunda, es una afección donde el corazón ya no puede bombear correctamente la sangre al resto del organismo.

Su salud se iba deteriorando, por lo que fue derivado al Incor en noviembre del año pasado e ingresó a lista de espera para trasplante.

En enero del 2022, fue hospitalizado, y a inicios de marzo fue conectado a un dispositivo de asistencia ventricular, un “corazón artificial” que le da el soporte cardiaco mientras aguardaba la aparición de un donante.

El 27 de marzo se hizo el milagro y surgió un donante. Su recuperación ha sido notoria y no oculta su gratitud con la familia del donante.

“Mis planes a futuro son seguir estudiando. Tengo proyectos personales. Quiero seguir asesorando a las comunidades nativas en lo que es conservación productiva” subraya el paciente.

El especialista resalta que la recuperación del paciente no habría sido posible sin la donación.

“En el Perú la tasa de donación es una de las más bajas de Latinoamérica. Hay más de 5 000 personas en lista de espera de diferentes órganos. La donación se convierte en un instrumento de amor, desprendimiento y buena voluntad” enfatiza Gálvez.

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