Contraloría detecta deficiencias en atención materno neonatal del Hospital en Tumbes
La Contraloría General de la República encontró que en el hospital regional José Alfredo Mendoza Olavarría (JAMO) de nivel II-2, no cuenta con suficientes insumos, reactivos y personal, lo que puede afectar la salud de los recién nacidos.
El informe elaborado por auditores de la Oficina de Control Interno (OCI) de la Contraloría que realizaron la inspección, revela que el tópico ginecológico del nosocomio carece de guantes quirúrgicos y de esparadrapos, entre otros materiales usados en procedimientos médicos.
Asimismo, las camillas están en mal estado y los monitores fetales y multiparámetros se encuentran inoperativos. Por su parte, el cuarto de hospitalización tiene las paredes cuarteadas y llenas de sarro, las camas oxidadas, los cables expuestos, techos en mal estado, entre otras deficiencias.
El documento de la Contraloría revela, del mismo modo, que el ambiente de emergencia obstétrica está hacinado, su ecógrafo emite imágenes distorsionadas, no se escuchan los latidos del bebé ni permite observar la ubicación de la placenta o cantidad del líquido, tampoco funciona el contador de latidos, entre otras falencias.
Además, la unidad de vigilancia y monitoreo fetal tiene el lavatorio sucio del cual emana mal olor, hay un solo monitor multiparámetros, la silla de ruedas está inoperativa, entre otros perjuicios. En el centro obstétrico y sala de operaciones se detectó que no hay camas de partos, la sala de estimulación está mal ubicada, entre otros.
En el área de Neonatología se halló que el servicio de atención inmediata del recién nacido tiene inoperativas cinco incubadoras, un balón de oxígeno movible, un oxímetro y un aspirador de secreción, pese a ser equipos básicos y necesarios. Además, solo cuentan con tres cunas de recién nacidos, considerando que el año 2023 nacieron 2,242 niños y niñas en dicho nosocomio.
En la Unidad de Cuidados Intermedios solo hay siete cunas, una incubadora operativa, tres manómetros, una tina y un lavador, cantidades insuficientes para el número de niños que se atienden. Tampoco hay oxímetros, pulso oxímetro, CPPP (para dificultades respiratorias), ropa hospitalaria consistente en sábanas, pañales, batas, entre otros materiales necesarios, señala el informe de la Contraloría.
En el área de cuidados intensivos hay tres incubadoras donadas que funcionan solo con oxígeno y dos que no operan adecuadamente. Tampoco hay catéteres umbilicales, balanza, ni placas radiográficas porque el equipo de rayos X está malogrado y los manómetros se encuentran inoperativos. Sumado a ello, no se entrega alimentación o dietas a las madres, quienes deben salir del hospital para comprarlas, puntualiza el documento.
Refiere que ambas áreas del hospital JAMO han presentado 21 requerimientos este 2024, los cuales no han sido atendidos hasta ahora por las autoridades del nosocomio. Un aspecto sumamente relevante es la falta médicos neonatólogos, quienes atienden a los bebés prematuros o recién nacidos con afecciones complejas. En lo que va del año, 783 partos tuvieron complicaciones, revela la Contraloría.
Finalmente, la coordinadora de Neonatología del hospital manifestó que durante el año no han recibido bienes, pese a solicitarlos y a sus múltiples carencias, lo que pone en riesgo el cumplimiento de metas y afecta la eficiencia del gasto y el funcionamiento de la administración pública en el único hospital regional de Tumbes.
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