La ruta del agua es una de las estrategias con la cual la Municipalidad Provincial de Trujillo busca mitigar los efectos del desborde de la quebrada San Ildefonso, como consecuencia de las lluvias intensas generadas por el Fenómeno de El Niño.

El gerente de Gestión de Riesgo de Desastres y Defensa Civil, Cristian Alva, informó que para implementar este plan se requieren 108,000 sacos de arena, los mismos que serán instalados desde la zona de Mampuesto, las avenidas Miraflores, España y Juan Pablo II, hasta llevar llegar al mar de Buenos Aires, en el distrito de Víctor Larco.

El funcionario detalló que se realizan las coordinaciones con el Ejército para el llenado de los sacos, los mismos que serán reservados hasta el momento que se necesiten, pues teme que al entregarlos a las familias estos se pierdan o no cumplan su función de cerrar las intersecciones viales para impedir que el agua se lamine, es decir, se extienda.

Sin embargo, también se requiere la participación de los vecinos y se necesitan al menos 400 brigadas, de las cuales solo se ha logrado conformar 200, pues existe muy poco compromiso de parte de los vecinos que se encuentran en las zonas antes mencionadas.

“La colocación de los sacos evitará que el agua de lluvias intensas se disperse e inunde a la ciudad, tal como ocurrió con los huaycos del año 2017”, señaló.

Esto es parte de lo previsto en el Plan de Gestión del Riesgo de Desastres, diseñado con apoyo del Colegio de Ingenieros - La Libertad e integrantes de la plataforma provincial de gestión del riesgo de desastres, encargada del soporte técnico para eventos de este tipo.

 “Trujillo es la única provincia de la región que cuenta con un Plan de Prevención de Riesgo 2023-2026”, dijo el funcionario.

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