Según la Organización Mundial de la Salud, el Accidente Cerebrovascular (ACV) es la segunda causa de muerte en personas mayores de 60 años y la primera causa de discapacidad, pero si es atendida de forma preventiva podemos alcanzar que el 90% de los casos no desencadenen en secuelas mayores, expresó Rosa Montesinos, especialista en medicina física y rehabilitación.

 “Antes se relacionaba con personas mayores de 60 años, pero ahora se ven registros de casos de personas menores de 50 años. Esta enfermedad está relacionada con la hipertensión, la dislipidemia, la diabetes, entre otros, por lo que está en nuestras manos reducir los riesgos”, indicó en el Informativo por Radio Nacional.

En el Día Mundial del Accidente Cerebrovascular, la especialista detalló que existen 2 tipos: la de tipo isquémica, relacionada con la obstrucción de un vaso sanguíneo, y la de tipo vascular hemorrágica, que se origina de la ruptura de un vaso sanguíneo.

“El accidente cerebrovascular hemorrágico oscila entre un 25 a 30% versus a los accidentes cerebrovasculares isquémicos. Se estima que en el mundo 17 millones de personas presentan esta enfermedad y se espera que en el año 2030 se alcance los 70 millones”.

Para la especialista, es de suma importancia modificar los estilos de vida en relación con poder realizar actividad física de forma recurrente. “Bajar de peso no solo para verse bien, sino para bajar la presión arterial, los niveles de lípidos, entre otros”.

Montesinos señaló que los periodos de recuperación conllevan de entre 8 meses a un año. “Dependerá mucho de cómo es la magnitud de lo obstruido”. En algunos casos pueden quedar secuelas, algunos requerirán  de terapia ocupacional, de lenguaje, entre otros”.

En ese sentido, explicó que las terapias multimodales tienen  un efecto de prevención con programas integrados que incluyen actividad física, soporte nutricional, el trabajo propio  con las enfermedades preexistentes  para un mejor resultado.

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