La música siempre ha sido una herramienta para unir a los pueblos hermanos y son las tropas de sikuris grandes exponentes del altiplano. Aquella magia que representa las vivencias que nuestros ancestros han dejado y que, en reciprocidad de su legado, muchas asociaciones lo siguen difundiendo para todo el mundo.

En Encuentros de la radio, Roger Pio y José Calitzaya , representantes de la Asociación Hu’jmaya, nos contaron que el siku se divide en dos conversaciones musicales que son el alca y la lira, que representa la dualidad de la asociación: quechua y aymara, dos naciones que se congregan en el corazón de Puno para hacer música.

Asimismo, debido a la gran variedad de estilos en el sikuri, la asociación cuenta con un departamento de investigación que les permite definir el origen de las melodías sikurianas. Por ejemplo, están los sikuris urbanos representados por los siku morenos y los siku del altiplano, cuyas melodías han inspirado a muchas agrupaciones y compositores a nivel mundial.

Igualmente, señalaron que dentro de Puno hay una gran participación de los jóvenes para mantener el legado de los sikuris por lo que, en un intento de poder transmitir los conocimientos musicales, pasaron todas las melodías de los sikuris al pentagrama con el apoyo de Fernando Meldrano con el objetivo de crear un espacio de comunicación a través del lenguaje musical del siku y los valores ancestrales que transmite.

Por otro lado, la tropa Jallalla Warmis Sikuris , representada por Lucero Condori y Nathaly Pino, resaltaron que la comunidad de los sikuris ha estado mayormente formada por varones porque se creía que los hombres creaban los sonidos que fertilizan la tierra, pero ello ha ido cambiando en los últimos años. 

“Cada persona tiene una parte masculina y femenina, por lo que para lograr un equilibrio ambas partes deben estar en armonía y nosotras tocamos de esa manera equilibrada y siendo conscientes que expresamos a nuestras antepasadas a través del siku”, manifestó Pino.

Ambas comentaron que la tropa nació en un taller de siku en la comunidad LGTB en Arequipa, donde se animaron a hacer el warmi sikuri y participar en la Marcha del Orgullo del 2015, causando un gran impacto negativo dentro de la comunidad sikuri. Aun así, Jallalla Warmi Sikuris se convirtió en una de las más importantes agrupaciones en Arequipa, que tiene como objetivo visibilizar a las mujeres en la comunidad sikuris.