Conoció a maestros de la canción criolla cuando tenía 22 años, él se encontraba en un club social y vio llegar a un grupo de señores que empezaron a cantar temas criollos que jamás había escuchado. Esto sucedió en 1963.

Este fue uno de los datos que recordó el destacado guitarrista y difusor de la música criolla, Wendor Salgado, en “Qué fue de tu vida” respecto a cómo empezó su vínculo con Augusto Áscuez, conocido como “El señor de la jarana”.

“En ese momento, con 22 años, yo les expresé mi admiración y conversé con ellos. Más adelante, Áscuez me invitó al ‘callejón del buque’. Ahí fue cuando conocí a Valentina Barrionuevo. Recuerdo que fuimos a su casa una mañana y a esa hora se armó la jarana”, contó.

Salgado actualmente es uno de los promotores de “La catedral del criollismo”, un grupo de músicos que se reúne cada viernes en su casa de Breña —tuvieron que suspender esta tradición debido a la pandemia— para rememorar canciones de la vieja escuela del criollismo.

En esa línea, Wendor mencionó que antiguamente la gente se juntaba a cantar música criolla porque les gustaba y sin esperar nada a cambio.

“Nosotros nos reuníamos con los compositores y tocábamos las canciones antiguas. Ellos habían estado a principios del siglo XX, eran los que habían hecho los primeros valses, las primeras canciones de música criolla”, remarcó Salgado.