Con el fin de endurecer las penas para los menores de edad que cometan delitos graves, el Ejecutivo, a través de un decreto, modificó el Código de los Niños y Adolescentes.

En ese sentido, en caso de cometer delitos graves, los menores deberán ser internados en centros juveniles entre seis y diez años, es lo que dispone la medida que deberá ser reglamentada en un plazo de 90 días.

Entre las faltas graves figuran el sicariato, la extorsión, homicidio calificado, feminicidio, violación sexual, pandillaje pernicioso, robo agravado, entre otros.

Si un adolescente, de entre 16 y 18 años de edad, comete sicariato, entonces podrá ser internado en un centro juvenil hasta por 10 años y, previa evaluación, pasaría a un penal regular al cumplir los 18, explicó el ministro del Interior, José Luis Pérez Guadalupe.

Ahora bien: de ser adolescentes de entre 14 y 16 años, podrán estar internados por un plazo máximo de ocho años y, al cumplir la mayoría de edad, tendría un trato similar al anterior.

El titular del sector, detalló que deberán ser recluidos en una sección especial dentro del penal, que estará a cargo del personal del Instituto Nacional Penitenciario (INPE).

Dicha medida se implanta para dar un castigo enérgico a sicarios y a otros delincuentes que, amparándose en su edad (18 a 21 años), acceden a beneficios carcelarios.

/P.A.G./