Las zonas de la capital que resultarían más afectadas ante un eventual sismo en nuestro país, serían Ancón, Ventanilla y Puente Piedra, debido a sus suelos arenosos que tienen una composición más densa, explicó el arquitecto José Sato, fundador de Predes.

Ante tal situación, detalló que en su organización se vienen trabajando campañas de sencibilización a nivel de personas y barrios.
“A ese nivel debemos incidir porque en caso de un sismo de gran magnitud realmente la primera opción es la responsabilidad que tiene cada uno con su famnilia y entorno para poder sobrellevar estos primeros momentos”, indicó.

Por otro lado, Rafael Salinas, investigador de Cismid, explicó que en México se han evidenciado cambios, como el hecho de haber tenido decenas de miles de edificios colapsados en 1985, a menos de medio centenar tras este terremoto, a pesar que la magnitud fue muy similar.
“Ha habido una mejora en la calidad de las constructoras allá, ello ha posibilitado la mejora de la normatividad de diseños y toda una regulación para que los proyectos de ingeniería y construcciones pasen por un proceso de revisión”, aseveró.

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