En el Miércoles de Evidencia Midis: “Retos para la conclusión secundaria: alternativas desde las transferencias diferenciadas”, organizado por la Dirección General de Seguimiento y Evaluación (DGSE) del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), se reveló que las tasas de conclusión escolar y asistencia a educación superior son mayores entre los jóvenes de familias del programa Juntos, que adicionalmente reciben el Bono Vraem, en comparación con los que reciben la transferencia básica del programa.

Dicho subsidio brinda 300 soles anuales adicionales a las familias usuarias de Juntos que viven en los distritos del Valle del Río Apurímac, Ene y Marañón (Vraem), a cambio de que el estudiante culmine el año de secundaria en el que estuvo matriculado. Además, se agregan 200 soles si aprueba el año en el tercio superior. Este bono se estableció en 2009, como una estrategia de trabajo multisectorial para reducir la deserción escolar en el Vraem.

Durante el panel, se presentaron dos estudios de la DGSE del Midis. El estudio cuantitativo muestra que el bono Vraem fue más efectivo en incrementar la probabilidad de que un joven, cuya familia es usuaria de Juntos, culmine la educación secundaria y asista a educación superior, frente a lo que sucede con jóvenes de familias que reciben el esquema básico de transferencias de Juntos.

Precisamente, Guido Meléndez, especialista de la DGSE, reveló que la contribución ha sido mayor para las mujeres. Añadió que la tasa de conclusión entre escolares de 17 a 24 años en el Vraem es mayor en 10 puntos porcentuales al del Valle del Huallaga, zona de características similares, pero que no es beneficiaría del Bono Vraem.

Por su parte, Chaska Velarde, especialista de la DGSE y supervisora del estudio cualitativo, señaló que uno de los principales problemas de esta zona es la deserción escolar, debido a la falta de recursos de las familias, el embarazo adolescente, la alta rotación de profesores, así como la participación de niños en el cultivo y comercialización de la hoja de coca.

Pese a estos problemas, la especialista resaltó que quienes reciben el Bono Vraem lo valoran no solo para culminar la secundaria, sino que hay casos de jóvenes que migran para prepararse para ingresar a universidades de Ayacucho, Ica o Lima. “Algunos padres ahorran el dinero del Bono Vraem para realizar proyectos educativos de sus hijos y otros están dispuestos a hacer muchos sacrificios para lograrlo”, detalló.

En el panel, Felipe Barrera, profesor asociado de la Universidad Vanderbilt de Estados Unidos, indicó que hay experiencias similares en Bogotá de bonos que alinean los incentivos a culminar la escuela y a matricularse en educación superior.

Finalmente, María Angélica Pease, profesora principal de la Pontificia Universidad Católica del Perú, añadió que esta clase de bonos deben ir acompañados con la calidad educativa de los colegios, por lo que planteó una visión más integral de acceso a centros educativos y objetivos para el futuro de los estudiantes.

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