El congresista aprista, Javier Velásquez Quesquén, precisó que la solicitud de remoción que presentó contra el contralor Edgar Alarcón, ante la Comisión Permanente, fue a modo personal pues considera que él no tiene “idoneidad” para el cargo y porque su imagen está “desprestigiado”.

“Quiero precisar que mi solicitud que hecho a la presidenta del Congreso, lo hecho a título de congresista, no como vocero de la bancada. La Constitución establece que el Congreso designa y remueve por falta grave al Contralor y el infringió su propia norma de la Contraloría”, sostuvo en Radio Nacional del Perú.

“Este señor esta desprestigiado, se ha perdido el principio de autoridad, cuando hablo de remover por falta grave, es porque este señor no tiene idoneidad para el cargo, tiene que verlo la Comisión Permanente que lo eligió”, agregó.

Velásquez, expresó su deseo de que el contralor debe de trascender gobiernos. “Que garantice que su acción sea imparcial y transparente” y aseguró que en la remoción presentada “no hay ensañamiento, ni odio” porque lo que ha cometido es “una infracción a su ley y una falta grave y debe ser removido”.

EJECUTIVO Y FUJIMORISMO DEBEN PONERSE DE ACUERDO PARA ELEGIR AL CONTRALOR

Por otro lado, Velásquez Quesquén, consideró válido que la bancada Fujimorista como mayoría parlamentaria, podría ayudar en la elección del nuevo Contralor, “que refleje un nuevo rostro de la entidad y no pretenda competir con el Ministerio Público y Poder Judicial”.

“No creo que sea nefasto de que el Fujimorismo, el Parlamento se ponga de acuerdo con el Poder Ejecutivo, en la persona que debe conducir los destinos de la Contraloría, es válido en la democracia que se pongan de acuerdo”, consideró.

“Tengo mucha confianza en el fujimorismo, ellos no han cerrado la posibilidad de que puedan apoyar esta solicitud, esta es una magnífica oportunidad para nombrar una autoridad que esté libre de cuestionamiento”, reiteró.

Asimismo, el congresista, instó a que en la Contraloría debería haber un rediseño institucional que cumpla la función de orientar, en el marco de sus funciones.

“Tiene que haber un rediseño institucional y construir en el sistema de control una herramienta persuasiva que acompañe al funcionario, que oriente y no se salga del marco de ley”, acotó.

/RGA/MRM/