Con 61 votos a favor y 20 en contra, el Senado de Brasil votó a favor de la destitución, de la presidencia, de Dilma Rousseff, por lo que será reemplazada por Michel Temer, quien ejercía la presidencia interina desde mayo.

Los senadores respondieron la pregunta: ¿La acusada cometió crímenes de responsabilidad y debe ser condenada con la pérdida del cargo?, con un "Sí" y un "No" debieron emitir su voto, que apareció inmediatamente en el panel del salón.

La defensa de Rousseff pidió que la votación sea dividida en dos partes: solicitó que los senadores voten por separado la pérdida del mandato y el impedimento para ejercer cargos públicos. Tras un largo debate, finalmente el Tribunal concedió ese reclamo y se votó por separado.

Por ello los senadores ahora debaten el impedimento de ejercer algún cargo público por 8 años.

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