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Especialista salvadoreño propone régimen de excepción y “chuponeo telefónico” a extorsionadores

El consultor en seguridad de El Salvador, Luis Contreras, sugirió fortalcer el sistema judicial peruano antes de enviar presos a su país. Foto: Andina.
12:23 h - Lun, 9 Jun 2025

El consultor en seguridad de El Salvador, Luis Contreras, analizó el impacto del régimen de excepción implementado en su país y sugiere que, para combatir el crimen organizado en Perú, se requiere voluntad política, reformas procesales y un control territorial más riguroso.

“El régimen de excepción en El Salvador permite a las autoridades interceptar llamadas sin autorización judicial, es una especie de chuponeo telefónico y ha facilitado la intervención oportuna de las fuerzas de seguridad”, explicó en el programa La entrevista de Radio Nacional.

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Agregó que, si bien este régimen tiene similitudes con el estado de emergencia en Perú, la diferencia está en la aplicación efectiva. “En un régimen de excepción no hay ni un solo homicidio, ni extorsión”, expresó.

En relación con el proyecto de ley presentado por la congresista Katy Ugarte, que propone trasladar a reos de alta peligrosidad a cárceles de El Salvador, Contreras fue enfático en la necesidad de ordenar primero el sistema judicial peruano.

“Antes de hacer ese tipo de propuestas se debe priorizar la judicialización. No se puede enviar delincuentes a otro país sin haberlos procesado adecuadamente. Lo más inmediato debe ser el control de la extorsión, que es lo que más afecta a la gente”, advirtió.

 

 

¿QUÉ CAMBIOS LEGALES REALIZÓ EL SALVADOR?

El especialista sostuvo que el éxito de la política de seguridad salvadoreña radica en su Plan de Control Territorial, estructurado en siete fases que permitieron fortalece a la policía. También se implementaron reformas legales al Código Procesal Penal que permitieron interventir a delincuentes con la identificación de pandillas mediante tatuajes alusivos.

Contreras comparó la situación actual de Perú con la que vivía El Salvador años atrás. “Del 2017 al 2025, la violencia en Perú ha seguido en aumento. Así estábamos antes nosotros. La extorsión era tanta que las pandillas obligaron a los transportistas a poner sus buses a su nombre. Cuando el crimen no tiene freno, eso es lo que pasa”, señaló.

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