El director del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú, Homar Lozano, destacó los avances y desafíos que enfrenta la minería en el país. 

El experto indicó que proyectos como Tía María y Yanacocha prometen inversiones millonarias y desarrollo, sin embargo, la minería ilegal continúa siendo un “mal social” que amenaza la industria y el medioambiente.

[Lee también: Cambios de fiscales coordinadores no afectará trabajo del MP, afirma Pedro Angulo]

En el programa La entrevista de Radio Nacional, Lozano subrayó novedades recientes que marcan un buen inicio para el sector en el 2025.

“Hay dos anuncios importantes: uno del proyecto Nantapacay con un compromiso de inversión de 1800 millones de dólares, y también la adjudicación del proyecto Algarrobo de Buenaventura con una inversión de 2700 millones de dólares”, resaltó.

EL COBRE COMO IMPULSOR DE LA MINERÍA PERUANA

El director enfatizó el rol estratégico del cobre en la economía global, destacó el impulso multisectorial para el proyecto Tía María en Arequipa, que contará con una inversión de 1400 millones de dólares.

“Es muy importante que no solo el Ministerio de Energía y Minas, sino también el Ministerio de Ambiente y otras instituciones, estén sumando esfuerzos para concretar este proyecto clave para Arequipa y el Perú”, señaló.

LA SOMBRA DE LA MINERÍA ILEGAL

A pesar de estos avances, Lozano advirtió sobre el impacto negativo de la minería ilegal, que ha alcanzado niveles alarmantes. 

“Este mal social ya no solo afecta zonas emblemáticas como Madre de Dios, sino que ha escalado a regiones con minería formal, como el caso de Poderosa en Pataz. Incluso, proyectos de exploración formal atraen actividades ilegales”, alertó.

El director explicó que esta ilegalidad genera pérdidas millonarias para el país. Según el Instituto Peruano de Economía, las exportaciones de oro ilegal ascienden a 7000 millones de dólares, monto que evade impuestos.

“Hoy en día, con precios históricos como 2700 dólares la onza de oro y 4 dólares la libra de cobre, esta criminalidad organizada atenta contra nuestra industria”, expresó.

¿EL REINFO ES UNA ARMA DE DOBLE FILO?

Lozano también criticó el uso del Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo) como una herramienta que, paradójicamente, facilita la legalización de la minería ilegal.

“Lamentablemente, el crimen organizado ha encontrado en el Reinfo una vía para que la ilegalidad pueda aparentar formalidad. Parte de esta extracción ilegal se cuela en la cadena de valor y termina saliendo por aduanas como si fuera formal”, indicó.

Además, alertó sobre las rutas clandestinas utilizadas para exportar minerales ilegales, especialmente hacia Bolivia, Ecuador y Colombia. Este tráfico, señaló, no solo afecta la economía, sino que también perpetúa redes de criminalidad organizada en el país.

MINERÍA PERUANA: UN FUTURO CON RETOS Y ESPERANZA

Pese de los desafíos, Lozano mantiene una perspectiva optimista sobre el futuro de la minería en el Perú. 

“Hay que apuntar a destrabar proyectos y fortalecer la minería formal, que respeta el medioambiente y busca poner en valor nuestros recursos, a pesar de la complejidad geográfica”, expresó.

/DPQ/