La “Chola Purificación Chauca”, figura del radioteatro en los años 40
En aquellas épocas donde la radio ganaba aceptación y acogida por las grandes masas, un personaje venido de las alturas peruanas llegaba a los hogares limeños para contagiarlos de arte y realismo: Teresita Arce, conocida por encarnar a la “Chola Purificación”.
El maestro y primer actor nacional, Carlos Gassols, compartió sus experiencias y gran sabiduría sobre el tema en Encuentros en la Radio. A pesar de que en aquellos tiempos él aún era un niño, ya se encontraba inmerso en el mundo del teatro mediante la compañía “Hermanos Gassols”. Y siendo aún pequeño, fue seguidor de la radio, medio que lo llevó a ser parte del gran público que lograra Teresita Arce.
“El personaje de Teresita tenía una característica musical, entraba y hablaba de un hecho de la realidad inmediata. Una crítica que jugaba con la ironía y la adivinanza: “¿qué sucederá después?”…”, recordaba Gassols junto a Celeste Acosta al mencionar lo que significó el trabajo artístico de la recordada “Chola Purificación Chauca”.
Sin duda, esa fue el sello particular de esta gran actriz peruana. Teresita Chauca supo transmitir a través del arte el sentir de su época. Esto le causó problemas, que incluso pudieron costarle su libertad, según se menciona en algunos testimonios. Ante ellos, Carlos Gassols nos explica que se generó una especie de “leyenda urbana” con respecto a este personaje, pero lo que sí sucedió fue una dura crítica de parte de Arce hacia la poderosa familia Prado.
“No sé si la llevaron presa o la amonestaron. Había un jabón que se publicitaba en el medio y ella hizo una broma diciendo: “Por mucho que laves, nunca se sacará la mancha. Y que por eso la gente ya no lo prefería”. El jabón tenía el apellido Prado, de tal manera que corrió como un reguero de pólvora”, comentó el maestro sobre la acción que causó muchos problemas a la actriz.
La llegada de Teresita Arce con su entrañable personaje de la “Chola Purificación Chauca” fue tan fuerte en nuestro pueblo peruano que Mario Vargas Llosa la mencionó en una de sus obras: “El pez en el agua”. Alejada de lo que hoy en día se hace pasar por comedia y que perpetúa los estereotipos de la figura andina, esta actriz de los años 40 representó lo que ella misma era: una mujer provinciana, sin deformaciones ni exageraciones vulgares.
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