El pie diabético se presenta en más del 10% de los pacientes con esta enfermedad
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La diabetes, al ser una enfermedad multifactorial requiere un manejo asistencial multidisciplinario. Cuando no se controla adecuadamente aumenta las posibilidades de muerte prematura, así como complicaciones crónicas como enfermedades cardiovasculares, ceguera, nefropatía, siendo el pie diabético una de las afecciones que más deteriora la calidad de vida, presentándose en más de 10% de los pacientes con esta enfermedad.
El pie diabético es una de las complicaciones crónicas, originada por una neuropatía diabética que lastima la pisada del paciente, ocasionando la pérdida de sensibilidad ante las heridas o ampollas que se originan en los pies y que rápidamente pueden derivar en úlceras, lo que sumado a una mala circulación, impide la adecuada cicatrización de las heridas.
La Dra. Elizabeth Salsavilca, jefa de Endocrinología del Hospital Alberto Sabogal, señala que la aparición del pie diabético se debe a una diabetes mal controlada, que daña los nervios y las arterias del pie, perdiendo así su sensibilidad propioceptiva, que es la sensibilidad que le indica qué tipo de suelo está pisando. Con la perdida de sensibilidad se pierden los puntos de apoyo naturales, lo cual da lugar a la formación de callos o helomas y a la alteración de la arquitectura del pie.
“Un paciente diabético tiene que estar muy alerta con los cambios en la piel y en los cambios en la forma del pie. Una piel reseca, que tenga fisuras a nivel de los talones, o que los dedos comienzan a convertirse en dedos en garra, las uñas con micosis o infecciones, puede dar lugar a una herida; y si estas lesiones o úlceras tienen una evolución desfavorable, muchas veces va comprometiendo desde la piel, pasando por los huesos y las articulaciones, llegándose a la amputación de la extremidad” señaló.
Salsavilca indicó también que el 10% de la población diabética en algún momento de su vida va tener una lesión denominada pie diabético, en algunos casos será leves o moderados y en otros casos será grave.
Recomendaciones:
La médico especialista formuló una serie de recomendaciones para evitar que esta dolencia se presente en un mayor número de pacientes.
• Tener la glucosa dentro de los rangos establecidos para la edad del paciente, tener una hemoglobina glicosilada menor del 7% para que no haya las complicaciones circulatorias y neurológicas.
• Revisión diaria de los pies, especialmente la planta de los pies con la ayuda de un espejo, para el descarte de fisuras y callos.
• Realizar una limpieza escrupulosa con agua y jabón, ejecutar un buen secado, sin descuidar el espacio entre los dedos, para evitar que se formen humedades que después desencadenen una micosis.
• Hidratar la piel con una crema humectante, sobre todo la del talón.
• Revisar las uñas para evitar la aparición de hongos y recortarlas en forma recta, no ovalada.
• Usar solo medias de algodón, no apretadas ni de lycra que produzcan calor.
• Escoger un buen calzado, de cuero suave que no tenga costuras expuestas, para evitar los roces que deriven en ampollas y lesiones.
• Tener evaluación periódica de la circulación y neurológica por la unidad especializada de pie diabético.
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