La llegada de internet y las nuevas tecnologías han redefinido las formas de acercarse a nuestras potenciales parejas. Los rituales de cortejo como una manera de calibrar la adecuación de la persona que nos gusta ahora están precedidos por aplicaciones como Tinder, Happn, Badoo y otras: puertas de acceso para que la gente tímida e introvertida pueda pasar hacia el salón del cortejo.

“Pero también –las aplicaciones para citas- han contribuido a que personas que quizá no han manejado los valores y los compromisos que tienen que ver con lo afectivo, se comporten de una manera deshonesta”, dijo en entrevista para Diálogo Abierto la coach emocional y escritora, Rosa María Cifuentes.

En ese sentido, la también psicóloga consideró que es muy poco probable que el buen querer (respeto, confianza y ayuda mutua) tenga espacio en plataformas como estas, pues son lugares donde el “todos contra todos” impera.

“La denominada relación virtual no es una relación porque la gente entra a cazar, y puede tener pareja, pero la moda es conquistar”, agregó.

/CP/