“Lleva una biblia: el porcentaje de calorías, el número de gramos por porción… no es casual. Esa profusión intenta confundir a las personas”, aseguró el representante de la Organización Mundial de Salud (OMS) en el Perú, Raúl González, sobre el sistema de semáforo en el etiquetado de alimentos.

Es importante que el ciudadano sepa qué contienen los productos que consume. La reciente Ley de Alimentación Saludable (Ley 30021) ha generado polémica por el sistema de etiquetado a utilizar. Mientras la propuesta del Ministerio de Salud (Minsa) es el uso de octágonos, el Parlamento propone el denominado semáforo (color verde, rojo y amarillo) que incluirán advertencias de alto, medio, bajo, tipo de nutriente y porcentajes.

“La OMS está claramente apoyando los sistemas octogonales. El contenido es una advertencia clara, entendible, que figure en la parte frontal del producto y que cualquier ciudadano, independiente de su nivel educativo, pueda comprender. Que entienda que ese producto contiene un determinado nutriente crítico perjudicial para su salud”, afirmó González en La Voz del Consumidor.

Además de no ser claros ni entendibles, el representante de la OMS en nuestro país señaló que el sistema de etiquetado semáforo es contradictorio porque muchas veces los porcentajes no están relacionados con el nivel que se presenta, y si las personas no están informadas de las cantidades recomendables de determinados nutrientes, se va a generar una confusión. Para González, es claro que los que buscan la aprobación de este sistema solo están defendiendo intereses particulares.

“El sistema de semáforo no incide en la decisión de compra porque los colores, además de confundirse con los colores del empaquetado (rojo, verde y amarillo), pueden resultar contradictorios. Es aberrante, un intento claro de desinformación. ¿Qué necesita ese sector de la industria o esos congresistas para entender que intentar aprobar ese semáforo confuso responde a otros intereses distintos a los de la salud público?”, anotó en Nacional FM.

En Chile, el sistema de etiquetado octagonal se viene aplicando hace 2 años, y, pese a que todavía no es tiempo suficiente para evaluar su efectividad, ya se pueden ver algunos cambios positivos desde la elección del consumidor hasta la actitud de la industria alimentaria.

“En otros países lo que ha hecho la industria, y esperamos que hagan todos, es la disminución o modificación de sus productos para que tengan menos contenido de nutrientes críticos, perjudiciales para la salud”, informó el representante de la OMS.

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