Atentado en Tarata sigue presente en memoria de peruanos
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Tras 23 años del lamentable hecho. A pesar de que el ataque terrorista fue considerado como un “error” por Abimael Guzmán, pues no logró golpear a la “gran burguesía nacional”, lo que sí es cierto es que lo ocurrido en la calle Tarata, en Miraflores, fue un punto de quiebre para los limeños de la clase media y alta, pues sirvió para que se den cuenta de la crueldad del accionar de los ataques en provincias de Sendero Luminoso.
Fue el jueves 16 de julio, a las 9:20 de la noche, cuando la cuadra 2 del jirón Tarata, una calle cercada por edificios altos donde vivían familias de clase media, fue escenario de la explosión de un automóvil Datsun con 400 kilos de anfo (explosivo utilizado casi siempre por los terroristas) y dinamita.
Fueron 25 las víctimas que dejó lo que sería considerado el peor ataque subversivo en nuestra capital, además de dejar a 155 personas heridas y 360 viviendas afectadas.
Pero, Tarata no fue el primer hecho violento que Sendero Luminoso consumaba en Lima, pues también ejecutó: “El cochebomba” frente a las instalaciones de Frecuencia Latina, el asesinato de la dirigente vecinal María Elena Moyano, el asesinato de numerosos efectivos policiales, incursiones en las periferias de la capital y otros atentados que habían causado horror en la capital.
Hoy 16 de julio se cumplen 23 años del atentado realizado por la agrupación liderada por Sendero Luminoso, 23 años que deben de ser recordados como cada año para que sirva de lección y el país no olvide cómo se desangró a causa de la demencial ideología implantada por Sendero.
/P.A.G./