El analista político Ángel Delgado planteó una reflexión profunda sobre los retos que enfrentará el Perú en este año preelectoral. Según el especialista, realizar un cambio de gabinete ministerial podría ser la pieza clave para superar “la turbulencia política, la desazón ciudadana y encaminar al país hacia un horizonte más estable”.

El experto calificó el 2025 como un período crucial para el futuro del país. “El año va a ser objetivamente difícil y en gran medida las características que hemos visto en 2024 continuarán como tendencia”, afirmó en el programa La entrevista de Radio Nacional.

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Para el también constitucionalista, es recomendable que el Gobierno tome decisiones audaces. “La renovación del gabinete es una alternativa. Este es un año decisivo para la democracia peruana; la nave del Estado puede estabilizar su curso”, precisó.

ESTRATEGIAS POLÍTICAS CLAVES PARA AFRONTAR EL 2025

En su análisis, Delgado enfatizó la importancia de ajustes en el Ejecutivo. “El sistema constitucional peruano es sabio, ya que prevé mecanismos para que el presidente pueda hacer cambios en su gabinete cuando hay agotamiento”, indicó.

Comparó la situación con un partido de fútbol. “Estamos en el segundo tiempo; los jugadores están cansados y hay fallas en el campo. El entrenador, con buen criterio, debe hacer los cambios necesarios para llegar al final del partido”, señaló.

En este sentido, mencionó que algunos ministros podrían mantenerse, pero consideró repensar la presencia de algunas autoridades. “Gustavo Adrianzén ha sido un pararrayos de las energías negativas de los tiempos recientes. Ha cumplido su tarea y puede ser llamado a los camerinos para dar paso a un nuevo jefe de gabinete”, sostuvo.

También subrayó que los cambios deben concentrarse en las carteras que no han mostrado resultados y que es vital nombrar líderes con habilidad política y capacidad de concertación.

UNIDAD POLÍTICA Y CONSENSOS PARA EL 2025

Más allá de los ajustes internos, Delgado hizo un llamado a la colaboración entre el oficialismo, la oposición y la ciudadanía. “Deberíamos trabajar en conjunto, poner lo mejor de nuestra parte para que podamos llegar a buen puerto, que es la convocatoria al pueblo soberano para decidir en las urnas nuevas autoridades”, recomendó.

 “Lo peor que nos podría pasar es que, por cualquier razón, se produzca una suerte de vacío de poder. Este fenómeno generaría incertidumbre y acarrearía prejuicios cuando el horizonte de cambio ya está trazado”, añadió.

POLÍTICA Y ECONOMÍA: UNA RELACIÓN QUE DEBE ALINEARSE

Delgado también destacó el papel de la economía como motor de estabilidad. “La economía ha crecido porque la capacidad de consumo de la población no se ha deteriorado al nivel de provocar una retracción”, señaló.

Sin embargo, enfatizó que el verdadero crecimiento para combatir la pobreza y alcanzar el desarrollo debe situarse entre el 5 % y el 6 %, lo que requiere nuevas inversiones.

Finalmente, recalcó que un clima político estable atraerá a los inversionistas. “En un mejor ambiente, los inversionistas apostarán por el país. La política debe acompañar este proceso con concertación, porque la gente se siente desatendida”, manifestó.

 “Este es el momento de hacer los cambios necesarios para calmar las aguas y llevar al país hacia un año en el que la democracia peruana pueda fortalecerse y encontrar su rumbo”, expresó.

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