Este 15 de enero se cumplen tres años del derrame de 12 000 barriles de petróleo en el mar de Ventanilla, contaminación que alcanzó a las playas ubicadas en el balneario de Ancón e incluso Huaral. 

A pesar del tiempo transcurrido, el impacto ambiental y social de este desastre persiste. Así lo señaló Nataly Vargas, vicerrectora académica de Sostenibilidad Ambiental de la Universidad Científica del Sur.

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"Tres años después, lamentablemente seguimos hablando de aquellos impactos. Hay informes que determinan que alrededor del 65 % del hidrocarburo derramado sigue presente en el espacio afectado”, señaló el programa La entrevista de Radio Nacional.

La especialista sostuvo que el petróleo no solo afecta la superficie marina, sino que también se hunde en el fondo marino, se evapora hacia el ciclo del agua y entra en la cadena trófica al ser absorbido por microorganismos. 

"No se abren aún las playas; puedo afirmar que estas zonas siguen siendo un foco de contaminación y riesgo para la salud”, lamentó.

¿QUÉ SE HA HECHO PARA REMEDIAR EL DAÑO POR EL DERRAME?

Una de las obligaciones de la empresa responsable, Repsol, era presentar un plan de rehabilitación ambiental al Ministerio de Energía y Minas (Minem). Sin embargo, Vargas precisó que hay retrasos en el proceso.  

"De los 30 planes presentados, 18 están en evaluación y 12 han sido rechazados. La realidad es que no tenemos un plan aprobado, mucho menos en implementación. Si un plan no incluye la recuperación y repoblación del medio, no es un verdadero plan”, sostuvo.

LA NECESIDAD DE FORTALECER LAS ACCIONES DEL ESTADO

Vargas destacó la aprobación de la ley n.º 32106, que propone medidas para gestionar este tipo de desastres, pero señaló que aún carece de reglamentación.

"Hemos pasado tragedias, pero no tomamos acción inmediata como deberíamos. El Estado debe poner el rigor necesario para que se cumpla la ley”, manifestó.

La especialista también hizo un llamado a actualizar el Plan Nacional de Contingencia para la Prevención, Control y Combate de Derrames de Hidrocarburos.  Señaló que, aunque el proyecto ya fue publicado, el decreto supremo necesario para su aplicación aún está pendiente. 

Además, sugirió tipificar los derrames de petróleo como desastres, más allá de simples emergencias ambientales, y establecer un fondo de emergencia para enfrentar estos eventos.

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