Política

Bustamante: Estamos cerca de lograr la universalización del servicio Qali Warma

15:41 h - Jue, 27 Ago 2015

La ministra de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS), Paola Bustamante, destacó que el Programa de Alimentación Escolar Qali Warma ha cerrado brechas de atención al llegar a todas las niñas y los niños de inicial y primaria que se ubican en las zonas de pobreza y extrema pobreza (quintiles I y II).

“Este servicio alimentario es un derecho consagrado en la Ley General de Educación que hoy atiende a más de tres millones 100 mil niñas y niños en edad escolar y cumple con diversos estándares de calidad”, indicó la titular del MIDIS.

Al término de este gobierno -señaló- se entregará un programa sólido y técnicamente sostenido. “Estamos cerca de lograr la universalización del servicio”, afirmó.

Estas declaraciones fueron dadas durante la inauguración del VII Seminario Regional de Alimentación Escolar para América Latina y el Caribe, organizado entre el MIDIS, la Oficina Regional para América Latina y el Caribe del Programa Mundial de Alimentos (PMA), y la Red de Alimentación Escolar para América Latina y el Caribe (RAE).

Dicho evento que tiene lugar en la capital peruana se inició este miércoles 26 y culminará el próximo 28 de agosto.

En el seminario, denominado «Alimentación Escolar: una Herramienta de Protección Social para el Desarrollo Sostenible y la Inclusión Social», la titular del MIDIS también indicó que en siete regiones del país la meta de atención se ha incrementado luego de alcanzar el 100 % de cobertura.

HERRAMIENTA PARA EL DESARROLLO

En la inauguración, Miguel Barreto, director regional para América Latina y el Caribe del Programa Mundial de Alimentos (PMA), recalcó que los programas de alimentación escolar son estrategias claves para el desafío Cero Hambre (lanzado por Naciones Unidas para erradicar el hambre del mundo) y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

El funcionario enfatizó que estos programas, que contribuyen a la asistencia y permanencia en las aulas, ayudan también a romper el círculo intergeneracional de la pobreza, el analfabetismo, el hambre y la mala salud.

Además, manifestó que garantizar la seguridad alimentaria y la ‘nutrición para todos’, así como reducir la desigualdad de género mediante la valoración del papel crítico de las mujeres a lo largo de la cadena de valor de los alimentos, son otros impactos positivos de los programas de alimentación escolar en el mundo. 

 

/P.A.G./


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