Millones de toneladas de alimentos se pierden año en desperdicios de restaurantes y hogares en Latinoamérica. La representante de la FAO en el Perú, Mariana Escobar, señala que esa realidad es contradictoria en una región donde existen otros millones de personas en situación de inseguridad alimentaria.

“El problema de desperdicio y pérdida de alimento es muy grave a nivel global. El Perú tiene indicadores de pérdida de alimentos después de la cosecha por insuficiente asistencia técnica”, indicó en “El Informativo de Radio Nacional”.

Reveló que otro problema es el costo de la dieta saludable en América Latina.

“Es la más cara del mundo, en una región que produce alimentos, no solo para sí; sino para el mundo entero. En promedio cuesta 4 dólares al día, por persona, una dieta saludable, eso está por encima de la capacidad de una sociedad que está en un 27.5 % de pobreza”, reflexionó.

Mariana Escobar destacó el rol que cumplieron las Ollas comunes durante situaciones de riesgo alimentario, como la pandemia del covid-19. Dijo que su capacidad de recolección de alimentos evitó, en muchos casos, la anemia en los niños.

“Las ollas comunes se han convertido en una institución comunitaria que es fundamental y que tiene que ver con la capacidad de solidaridad. Este tipo de esfuerzos hay que reconocer y apoyar”.

Afirmó que raíz de la anemia es la falta de una adecuada alimentación. Y que, esta enfermedad, se debe manejar desde el momento en que la madre está en estado gestante hasta los primeros 3 años de los niños.

Escobar resaltó que el Perú tiene una participación activa en la actualización del Plan de Seguridad Alimentaria y Erradicación del Hambre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños para el año 2025.

/KCA/