Más de 21 millones de peruanos viven en edificaciones informales
Cada 5 de noviembre se conmemora el día mundial de Concienciación sobre los Tsunamis. Esta fecha nos alerta sobre el peligro de los fenómenos naturales. Al respecto, Miguel Estrada, especialista en gestión del riesgo de desastres, reveló una data importante sobre la construcción informal de la vivienda.
“Tenemos mucha población expuesta ante un desastre natural. Somos más de 30 millones de peruanos y el 70% de nosotros, es decir, un poco más de 21 millones de nacionales están viviendo en edificaciones informales”, precisó en el programa “El Informativo” de Radio Nacional.
Estrada explicó que una edificación informal es aquella construcción realizada sin supervisión técnica que muchos años en terminarse y representa vulnerabilidad ante cualquier fenómeno. Asimismo, indicó que las instituciones encargadas deben articular para mitigar la problemática.
“Con todas estas infraestructuras expuestas a un peligro, deben reducir su fragilidad. Por ejemplo, realizar un proyecto nacional de reducción de vulnerabilidad sísmica o mejorar el Fondo Mivivienda, los cuales hacen proyectos de reforzamiento en las edificaciones”, sostuvo.
El especialista mencionó que la planificación urbana también es un factor decisivo al momento de realizar la prevención de un desastre natural. Además, añadió que hay grupos delictivos que aprovechan esta problemática para apropiarse de lugares sin regulación.
“La mala planificación local es un problema que data de hace más de 70 años. Los traficantes de tierra comienzan a invadir terrenos no adecuados, y luego debemos proveer de agua y saneamiento, a la larga esto es un gasto para el Gobierno”, expresó.
MUNICIPALIDADES
Estrada señaló que las municipalidades deben contar con una oficina de riesgo, ya que así los distritos realizarían un trabajo de planificación y prevención ante cualquier tipo de fenómeno natural. Sin embargo, manifestó que, si bien existen estas áreas dentro de los municipios, hay mucho por capacitar.
“Existe una falta de capacidad, primero de formulación de proyectos y presupuestos anuales, sin ello, no recibirán los recursos. La otra, es la capacidad técnica, en la cual se debe convocar a especialistas para desarrollar estos programas de reducción de riesgo”, señaló.
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