El Puerto de Chancay se perfila como uno de los pilares del crecimiento económico del Perú, pero su verdadero éxito dependerá de un factor fundamental: la integración activa de las pequeñas y medianas empresas (Pymes) en el proceso de desarrollo.

En el marco de Apec Perú 2024, expertos coincidieron en que este megaproyecto no solo debe servir para mejorar la conectividad del país con el mercado global, sino también para fomentar una inclusión económica real y sostenible, que beneficie a los sectores más pequeños de la economía peruana.

El internacionalista Bruno de Ayala Bellido, indico que si bien el Puerto de Chancay es una obra de gran magnitud, la participación de los pequeños y medianos productores es esencial para garantizar que el país aproveche al máximo su potencial.

 “El pequeño y mediano productor debe ser partícipe del desarrollo y el cambio económico que se viene. El Estado debe trabajar de la mano con el sector privado para enseñarles cuáles son los productos demandados y cómo involucrarse en el mercado global”, comentó en el programa “La Entrevista” de Radio Nacional.

CAPACITACIÓN

Por su parte, Dino Yacarini, magíster en Estrategia de Negocios y docente en la Universidad San Juan Bautista, subrayó la necesidad de una política educativa inclusiva para que las Pymes puedan aprovechar las oportunidades que el megaproyecto traerá.

 “Debemos enfocarnos en las políticas educacionales, ofreciendo las herramientas necesarias para que los pequeños y medianos empresarios comprendan los procesos logísticos y productivos que el nuevo mercado internacional exige. Esto les permitirá ser competitivos y tener acceso a los beneficios generados por el Puerto de Chancay”, indicó.

Agregó que, la capacitación y el asesoramiento a los pequeños empresarios, a través de programas adecuados, facilitará su integración en cadenas productivas globales, especialmente en los mercados asiáticos.

Yacarini indicó que se necesita de un trabajo coordinado entre sector privado, Estado, academia y comunidades para crear un ecosistema económico que favorezca a las pequeñas y medianas empresas.

En este sentido, el éxito de Chancay no debe medirse solo en términos de infraestructura, sino también por su capacidad para generar oportunidades equitativas para todos los sectores económicos del Perú. 

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