Tras el atentado contra la sede principal del Ministerio Público en Trujillo, región La Libertad, se observa el avance de la criminalidad en el país. 

Como respuesta, la Policía Nacional del Perú (PNP) presentó el Plan Cuadrante 2025, iniciativa que busca intensificar el patrullaje en las zonas más vulnerables. 

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Sin embargo, para el exjefe de la Dirección Contra el Terrorismo (Dircote), José Baella, este plan enfrenta desafíos estructurales que podrían limitar su impacto.

“Hay una ola de criminalidad que es imparable: atentados en Trujillo, en Lima y Piura. El clamor de la ciudadanía es tener mayor seguridad”, señaló Baella en el programa La entrevista de Radio Nacional.

Para Baella, el éxito del Plan Cuadrante depende de contar con los recursos necesarios. “Puede ser el mejor plan, pero tiene que darse una inyección económica”, agregó.

“Se habla de un plan cuadrante, pero si no se tiene un presupuesto indicado va a ser bien difícil que se lleve a cabo”, señaló. 

Subrayó que, sin las herramientas legales, tecnológicas y logísticas adecuadas, cualquier estrategia quedará limitada.

Además, criticó las soluciones limitadas a medidas como el estado de emergencia.

“Desde un celular puedo extorsionar a 40 personas, así haya o no estado de emergencia. No es cuestión de toques de queda; es dotar a la Policía para soportar la situación. Hay que invertir en seguridad”, remarcó.

¿HACE FALTA TECNOLOGÍA CONTRA EL CRIMEN?

El control del crimen desde los penales es uno de los mayores desafíos en la lucha contra la delincuencia. José Baella destacó la necesidad de implementar bloqueadores de señal en los centros penitenciarios.

“Instituto Nacional Penitenciario (INPE) está en estado de emergencia. Han dejado una granada en San Juan de Lurigancho. Es una burla para todos los peruanos”, indicó el exjefe de la Dircote.

“Bukele, antes de poner en práctica su plan, compró un laboratorio de criminalística para su policía. Le costó 33 millones de dólares”, acotó. 

El exjefe de la Dircote destacó que este tipo de inversiones son esenciales para que las fuerzas del orden puedan superar tecnológicamente a los criminales.

José Baella concluyó que la lucha contra la delincuencia no debe ser exclusiva de la Policía, sino una responsabilidad compartida entre todos los actores del Estado y de la sociedad.  

“Se requiere una estrategia integral y un liderazgo político. Es un problema de todos los actores”, expresó.

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