Jorge Jáuregui Mendieta, abogado especializado en temas electorales, señaló importantes observaciones sobre los recientes cambios a la Ley de Organizaciones Políticas, que regula las elecciones internas de los partidos para los comicios generales de 2026. 

Según el experto, la reforma que introduce la elección de candidatos a través de delegados representa un retroceso significativo en la transparencia y representatividad de las organizaciones políticas.

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"El aspecto más relevante está en las reglas para la formación de candidaturas. Con el cambio al mecanismo de elecciones primarias indirectas, ahora los afiliados lo pueden elegir delegados, quienes, a su vez, seleccionarán a los candidatos”, sostuvo en el programa Diálogo Abierto de Radio Nacional.

“Este sistema es bastante opaco y contribuye a concentrar la representación en un reducido grupo de dirigentes partidarios. Es un cambio negativo", destacó agrego

¿CÓMO SERÁN LAS ELECCIONES PRIMARIAS RUMBO A LOS COMICIOS DEL 2026?

La nueva normativa establece tres modalidades de elecciones internas: elecciones abiertas, elecciones cerradas y elecciones indirectas mediante delegados. En el primer caso, el voto puede ser universal, libre y secreto, abierto a ciudadanos afiliados o no a los partidos

En el segundo, las elecciones se limitan exclusivamente a los afiliados. Finalmente, la tercera modalidad permite que delegados, previamente seleccionados por los afiliados, elijan a los candidatos.

Jáuregui advierte que este último mecanismo debilita la confianza de los ciudadanos en los partidos políticos, pues "los ciudadanos comienzan a desconfiar de las organizaciones cuando perciben una falta de democracia interna". 

Según el especialista, este modelo beneficia a las cúpulas partidarias al reducir la participación directa de los militantes y alentar procesos menos transparentes.

Cabe señalar que las tres modalidades cuentan con la participación obligatoria de los organismos electorales (JNE, ONPE y Reniec). Sin embargo, en el sistema de delegados, esta intervención puede ser más limitada, lo que aumenta las preocupaciones sobre la falta de control y fiscalización.

En términos de requisitos, tanto en las elecciones abiertas como cerradas, los partidos deben obtener al menos el 10 % de los votos válidos emitidos por el padrón correspondiente para continuar en el proceso. En el caso de las elecciones indirectas, el mismo porcentaje debe lograrse a través de los delegados electos.

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