Acoso sexual laboral en Perú se reduce gracias a políticas de prevención
El acoso sexual laboral en Perú ha registrado una notable disminución, pasando de una incidencia del 34 % a un 15.35 %, según destacó Marlene Molero, CEO y cofundadora de “ELSA” (Espacios Laborales Sin Acoso).
Este avance responde en gran parte a las políticas de prevención impulsadas por el Estado y la implementación de legislación específica sobre el tema.
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LEGISLACIÓN Y PREVENCIÓN: CLAVES DEL PROGRESO
“Perú es uno de los países pioneros en Latinoamérica en contar con una legislación específica contra el acoso sexual laboral. Este marco normativo ha promovido la creación de políticas de prevención, especialmente en las grandes empresas”, señaló Molero en El informativo de Radio Nacional.
A pesar de los avances, la especialista advirtió que aún hay retos importantes:
- Solo 1 de cada 10 personas afectadas por acoso recurre a los canales formales de denuncia.
- Es necesario reforzar las campañas informativas para que las víctimas conozcan dónde acudir y el procedimiento a seguir.
POBLACIONES VULNERABLES: AFRODESCENDIENTES Y GRUPO LGTBIQ+
El acoso sexual laboral afecta de manera desproporcionada a ciertos grupos:
- Afrodescendientes: la incidencia alcanza el 20 %.
- Personas LGTBIQ+: la cifra bordea el 35 %, evidenciando la necesidad de estrategias específicas para abordar la problemática en estos sectores.
LA DENUNCIA ANTE EL ACOSO SEXUAL LABORAL EN PERÚ
“La denuncia es importante, pero suele ser la última opción de quienes enfrentan acoso”, enfatizó Molero. En este sentido, destacó la importancia de crear entornos laborales donde las víctimas se sientan seguras para reportar estos casos sin temor a represalias.
Por otro lado, Molero subrayó que tanto el Estado, a través del Ministerio de la Mujer y el Ministerio de Trabajo, como las empresas privadas tienen un papel fundamental en la erradicación del acoso sexual laboral.
“La prevención es el camino que se debe seguir. Es fundamental que existan campañas de concienciación y difusión permanentes, así como una cultura organizacional que no tolere ningún tipo de violencia”, concluyó.
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