“Francisco fue una persona brillante, simple y alegre”, expresó su amiga de la infancia

Arminda Aragón, de 94 años, vecina y amiga desde la juventud del papa Francisco, comentó que, junto a su hermana, quien falleció en 2022, compartieron toda su juventud con Jorge Mario Bergoglio en la parroquia de San José de Flores, en Argentina, lugar donde el sumo pontífice se vinculó con la Iglesia.
“Lo conocí porque él era de la Acción Católica, yo también, y tenía entre mi grupo de juveniles a una de las hermanas de Bergoglio, Martita“, precisó en Radio Nacional.
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Tras la muerte del Santo Padre el 21 de abril de 2025, a los 88 años, Arminda recordó que desde joven mostró su inclinación por la acción apostólica que devino en el sacerdocio, con una inigualable vocación de servicio e inclinación misionera.
Jorge Mario Bergoglio en sus primeros años de estudio. Foto: Andina.
Arminda Aragón resaltó que cada vez que el padre Jorge Mario visitaba el Barrio de Flores, llegaba en subterráneo, colectivo o algún transporte público, nunca en auto propio, demostrando humildad, sencillez y cercanía con el pueblo.
“Lo recuerdo en la calle Rivadavia, regalando rosarios, llevando libros. Tenía una vocación religiosa increíble, apoyaba a toda la gente que él podía ayudar, era muy inteligente, lo demostró no solamente a través de sus escritos, sino a través de su paso por esta tierra, porque él era querido en todo el mundo“, manifestó.
La amiga del papa Francisco indicó que el purpurado siempre lamentó que durante todo su papado no pudo regresar a la Argentina. Lo recordó como una persona brillante, simple y alegre, que se entregaba por completo a la ayuda del prójimo, con fe y amor a Dios: "Hay que recordarlo como al papa que se brindó al mundo", afirmó Aragón con orgullo.
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