La trata de personas y explotación sexual se ha incrementado en nuestro país debido a la mala utilización y la poca restricción en el uso de las redes sociales, donde las víctimas ingresan sus datos para luego ser citadas por la delincuencia, detalló Ana Ladera, coordinadora del Centro de Atención y Orientación Psicológica y Social de Capital Humano y Social Alternativo.

“Anteriormente, el agresor tenía que ir un poco más cerca de su posible víctima, conocer su entorno seguro y planear su estrategia para concretar su explotación, pero ahora la búsqueda se da por los entornos virtuales. Muchos de nosotros que no conocemos el riesgo, el peligro al que nos podemos exponer por no colocar filtros o restricciones a las redes, es como abrir las puertas de tu casa al agresor”, dijo la especialista.

En el Informativo por Nacional, manifestó que el agresor utiliza toda la información de su víctima a través de las redes sociales. “En una hora este agresor podría tener 100 personas, evaluándolas para convencerlas de un trabajo seguro, de darles una ayuda económica, entre otros”.

“Cuando hablamos de adolescentes, toda su vida gira en torno a lo virtual y uno puede saber cómo acercarse a ellos”, agregó.

Ausencia de autoridades especializadas:

Para Ladera, en el Estado, se cuenta con policías especializados en la problemática, pero durante la pandemia fueron removidos de sus puestos, lo cual pone en riesgo que se pierda la experiencia ganada en años y formación.

“Se tiene pocos fiscales especializados en trata de personas y no existe ningún juez especializado para manejar la sanción de estos delitos. No hay un compromiso del Estado real. Solo se invierte unos 0.2 céntimos por persona para luchar contra este delito. Esa es la inversión que se hace para capacitar, especializar y mejorar los espacios donde se hacen la investigación del delito y se brinde protección a la víctima”, puntualizó.

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