Antes de haber sido asesinadas, muchas de las víctimas de feminicidio convivieron, y hasta confiaron, con su agresor. En los últimos nueve años, 674 mujeres fueron asesinadas en sus casas, según el Observatorio de Criminalidad del Ministerio Público. ¿Cómo es que una relación amorosa se torna letal? La psicóloga Lizbeth Cueva estuvo en La Voz del Consumidor y explicó cómo notar que estás cayendo en un círculo de violencia.

Un círculo de violencia es todo el proceso por el que pasa una relación tóxica y violenta. Todas las parejas insanas tienen en común estas actitudes y acciones que, en muchos casos, derivan en trágicos finales. A muchas personas les cuesta reconocer que ya están envueltas en este laberinto, pero aceptarlo puede hacer la diferencia y cambiar el rumbo.

¿Estaré en un círculo de violencia?

Si no sientes seguridad en tu relación y los momentos de felicidad son casi inexistentes, lee estos indicadores, sincérate contigo misma e identifica si eres parte de un círculo de violencia. Tomar acción ahora podría salvarte la vida.

Empieza con una situación tensa. Por algún motivo, justificado o no, el agresor se enfurece e inicia maltratando psicológicamente a su pareja. Puede presentarse a través de un insulto o alzando la voz.

Pasa a la violencia física. De las palabras y gritos se pasa a la agresión física. La primera vez puede ser un empujón o piñizco, pero la violencia irá en aumento si es que no se pone fin a la relación.

Arrepentimiento. El agresor llora y pide perdón de mil formas. En el agresor pasan tres efectos: se victimiza, manipula y justifica. Y en la victima, se activa la creencia de ‘pobrecito, me da pena’.

Perdón. La víctima lo perdona y pasan a la fase del reenamoramiento. El agresor se porta cariñosamente y tiene detalles románticos con la pareja. Pero al cabo de un tiempo, sea corto o más largo, vuelve a ser violento.

Si te has sentido identificada, actúa y pide ayuda. Dar otra oportunidad será seguir siendo parte de este círculo de violencia.

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